El director de una prisión de máxima seguridad de Honduras fue asesinado a plena luz del día, lo que representa el crimen más reciente de una cadena de homicidios que se han cometido tras la condena por narcotráfico dictada en Estados Unidos contra Tony Hernández, hermano del presidente hondureño.
El 12 de diciembre pasado, varios hombres armados le propinaron por lo menos seis tiros a Pedro Ildefonso Armas, director de la prisión El Pozo en el norte de Honduras, cuando este se desplazaba en una camioneta Toyota por la carretera panamericana, cerca de Marillal, en el departamento de Choluteca, al sur del país, según información de La Prensa.
Aunque no es claro por qué se produjo el ataque contra Armas, él había denunciado amenazas de muerte recientemente. El funcionario había sido suspendido de sus funciones como director de El Pozo, centro carcelario de estilo estadounidense en el departamento de Santa Bárbara, en límites con Guatemala, como parte de una investigación por el homicidio de Nery Orlando López, ocurrido el 26 de octubre último, según La Prensa.
Armas se encontraba hablando con López cuando un grupo de reclusos irrumpieron y le propinaron disparos y puñaladas en repetidas ocasiones hasta matarlo, en una escabrosa escena captada por una cámara de seguridad.